Cómo aliviar la ansiedad del niño del primer día en la guardería

  Categorías: Los primeros años del bebé,
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23. ago'24

El primer día de guardería siempre está marcado por dos sentimientos: emoción y nerviosismo. Este último lo sentirán tanto los niños como los padres; al fin y al cabo, se trata de un gran paso en la vida de su pequeño o pequeña a la guardería. Facilita a tus hijos el inicio del jardín de infancia y prepáralos de antemano para lo que les espera.

Sentir ansiedad ante cosas y acontecimientos nuevos y desconocidos es natural y los padres deben ser comprensivos con ello. Los niños también experimentan ansiedad, así que no se trata sólo de los adultos. Imagina lo que debe de sentir un niño cuando, de repente, no tiene más remedio que abandonar el entorno familiar de su casa y pasar todo un día en un ambiente extraño, en presencia de profesores y compañeros que no conoce.

A los niños les esperan nuevos amigos, nuevos juguetes, nuevas normas y una nueva rutina diaria. Todo ello trae consigo nuevas expectativas, pero sin los padres y hermanos que siempre han estado ahí. No es de extrañar que los primeros días de guardería puedan estar llenos de lágrimas, nerviosismo, miedo y... ansiedad para muchos niños. Sin embargo, hay formas en que padres y profesores pueden hacer que el comienzo de la guardería sea más fácil para los niños y ayudar a aliviar su miedo y ansiedad durante los primeros días.

No hagas demasiado hincapié en la importancia del día D

A menudo son los padres (y los abuelos) quienes dan mucha importancia al primer día en la guardería. Sí, es un gran hito en la vida de un niño, pero son los recordatorios de la importancia de este día los que con más frecuencia desencadenan la ansiedad en los niños. Toda la atención se centra en el niño, todo el mundo le recuerda constantemente que pronto empezará la guardería y que ya es una niña grande/un niño grande. Este comportamiento aumenta el nerviosismo del niño y, desde luego, no le ayuda, sino todo lo contrario.

Intenta cambiar de táctica y compara la guardería con algo que los niños ya conozcan íntimamente. Por ejemplo, puede ser un patio de recreo que visiten a menudo, mencionar que un día en la guardería se parece a un día pasado con los amigos, etcétera. Explica a los niños que la guardería será un lugar donde harán amigos y se divertirán, igual que en la parvulario, por ejemplo, si asistieron a ella. Intenta no darle demasiada importancia al primer día de guardería, al menos en presencia del niño.

Guarderia inicio educadora

Fuente foto: Freepik

Relaciona la guardería con el entorno familiar

Algunas guarderías ya organizan reuniones de padres y profesores con bastante antelación al inicio del nuevo curso escolar. Averigua si tu guardería organiza un acto de este tipo. Si no lo hace, pide a la dirección de la guardería que te posibilite visitar con tu hijo y explícale que el niño pueda entrar en la guardería con cierta ansiedad.

Algunas guarderías tienen incluso tablones de anuncios con fotos familiares de los niños, lo que también ayuda a calmar la ansiedad y la nostalgia. También puede aliviar la incomodidad de entrar en un entorno desconocido pidiendo a la guardería un plan de actividades diarias. De este modo, tú y tus hijos podréis practicar en casa cómo es un día normal en la guardería.

Leed juntos un libro sobre el comienzo de la guardería

Los padres pueden pensar que leer libros no ayuda de forma significativa, pero no es así. Los libros infantiles suelen tratar temas importantes y ayudan a los niños a afrontar todo tipo de cambios por los que pasan, y empezar la guardería no es una excepción.

Busca un libro que aborde este tema y léelo repetidamente con tus hijos. Los protagonistas del libro estarán experimentando sentimientos que tus hijos también están viviendo, y seguro que en el libro encontrarás palabras tranquilizadoras que ayudarán a los niños a combatir sus miedos.

Minimiza tu propia ansiedad

A los padres tampoco se les escapa la ansiedad del primer día de guardería. Para ellos también es un gran cambio, sobre todo para las mamás que han pasado mucho tiempo en casa con su bebé y ahora se enfrentan a la vuelta al trabajo. Por eso es comprensible que los padres también experimenten sentimientos contradictorios y tengan que lidiar con ellos. Por lo tanto, intenta minimizar tu propia ansiedad y, sobre todo, no la muestres delante de los niños.

Recuerda que los niños se acostumbran a las cosas nuevas más deprisa que los adultos y que tu pequeño acabará sintiéndose como pez en el agua en la guardería. Algunos niños pueden tardar un poco más que otros, pero lo cierto es que acabarán acostumbrándose de verdad a su nuevo entorno y tú también te acostumbrarás al cambio. Si has vuelto al trabajo, céntrate en el equipo, en tus responsabilidades laborales y recuerda que tu hijo está bien atendido en la guardería y que volverás a verle después del horario laboral y hablaréis juntos de todo lo que ha vivido en la guardería.

Despídete rápido pero con amor

Lo más duro para ambas partes es despedirse después de llevar al niño a la guardería por primera vez. Es importante asegurarle que volverás, pero no prolongues la despedida innecesariamente. Quedarte con tu hijo sólo hará que le cueste más marcharse y es posible que llore aún más la próxima vez. Intenta irte aunque el pequeño esté llorando, por muy doloroso que te resulte. Lo más probable es que los niños se olviden rápidamente de ti (sí, lo sabemos, esa idea te desgarra el corazón) y enseguida empiecen a hacer amistad con sus compañeros.

Estas despedidas y salidas son más fáciles si tu hijo ya ha vivido las vacaciones con los abuelos o padrinos y ha conseguido pasar varias horas sin tu presencia. Por eso es buena idea que durante la baja por maternidad os dediques tiempo a ti y a tu bebé por separado. Es aconsejable acostumbrarse con suficiente antelación a la separación gradual que llegará tarde o temprano.

Guarderia ninos juego

Fuente foto: Freepik

Descubre qué temen los niños

Una conversación sincera la puedes tener ya con los niños pequeños. Pregúntales específicamente a qué tienen miedo. ¿De que no vuelvas? ¿O a que alguien sea malo con ellos? ¿Tienen miedo de los nuevos entornos y de no poder encontrar el baño? Tal vez tengan miedo de no saber tirar de la cadena, lavarse las manos, atarse los cordones de los zapatos, etc. Los niños también tienen sus miedos y no hay que tomárselos a la ligera. Averigua cuáles son los miedos específicos de tu hijo y trabájalos de antemano. Cuéntaselos también a las educadoras y pídeles ayuda si es necesario.

Confía en los profesores

Tu hijo no será el único de la clase que experimente ansiedad por separación, ni el primero que necesite que los profesores le consuelen. Los profesores están preparados para estas situaciones y no será la primera ni la última vez que las experimenten. Intenta confiar un poco en que cuidarán de tu hijo y no le dejarán sufrir. En el parvulario, las rutinas matinales, las canciones, los juegos y otras actividades divertidas esperan a los niños para distraerles y ayudarles a adaptarse rápidamente a su nuevo entorno.

No olvides su juguete favorito

Todo niño tiene derecho a llevar a la guardería un juguete favorito que le haga sentirse seguro y tranquilo. Puede que tenga que dejar su querido osito de peluche en el armario o en su cuna, pero la mera proximidad de un juguete puede tranquilizar a los niños.

No des ultimátums a los niños

Algunos niños superan la ansiedad del primer día de guardería inmediatamente, para otros puede llevar más tiempo, incluso unos días. También hay niños cuyas lágrimas y miedo a la guardería pueden durar semanas. Cada niño percibe el cambio de forma diferente, por lo que el tiempo necesario para adaptarse a la guardería también variará. No presiones a los niños y no les des un plazo durante el cual tengan que acostumbrarse a su nuevo entorno.

Dale tiempo a tu hijo y tranquilízale diciéndole que las sensaciones que experimenta son naturales y que no pasa nada por sentirlas. Antes de que te des cuenta, tu hijo estará deseando ir a la guardería y probablemente habrá momentos en los que no querrá irse. Tanto si la ansiedad por la guardería de tu hijo dura unos días como si dura unos meses, será una fase por la que el niño pasará y pronto tendrás en casa un niño que va a la guardería con seguridad de sí mismo.