Los antojos durante el embarazo son reales y para muchas (incluso para las propias futuras mamás) bastante chocantes. Es imposible predecir qué se le antojará a una mujer durante el embarazo, pero es seguro suponer que uno de los antojos serán los pepinillos agrios. ¿Por qué les apetecen los pepinillos a las embarazadas? La respuesta está en nuestro artículo.
La pregunta es sencilla: ¿Por qué las embarazadas sienten un deseo irresistible de comer pepinillos? Hay varias razones, como las hormonas del embarazo o la necesidad natural del cuerpo de reponer los nutrientes que le faltan. Sin embargo, también hay factores psicológicos detrás del deseo de sentarse por la noche con un bote de pepinillos. Al fin y al cabo, los pepinillos son un antojo clásico del embarazo y es difícil no dejarse influir por este fenómeno.
Puede ser la biología
A algunas mujeres se les antoja la combinación de pepinillos y helado, a otras se les antoja una tostada con Nutella y atún en lata, y otras no se cansan de probar la mostaza directamente del frasco. Los antojos durante el embarazo no son una fantasía y hasta el 76% de las embarazadas los experimentan. El cuerpo de la mujer experimenta grandes cambios durante el embarazo, y no solo hormonales. Al fin y al cabo, dentro de ti está creciendo una nueva persona. Es natural que estos cambios se manifiesten también a nivel del paladar, y a veces ocurre que a una mujer se le antoja durante el embarazo algo que antes ni siquiera podía oler.
Durante el embarazo se producen varios cambios hormonales que pueden desencadenar antojos. Aumentan los niveles de progesterona y estrógenos y también se produce un aumento del neuropéptido Y, que puede ser el responsable del mayor apetito y también hace que sientas que nunca estás lo bastante llena.
Los cambios sensoriales (sobre todo del gusto, pero también del olfato) en el embarazo afectan a más de la mitad de las futuras mamás y pueden incluir una menor sensibilidad a los alimentos salados, como los pepinillos agrios. Si antes de quedarte embarazada dos pepinillos agridulces como guarnición te parecían demasiado, puede que en el embarazo ni siquiera necesites dos, porque tu percepción de lo salado ha cambiado. A las mujeres embarazadas se les pueden antojar de repente alimentos completamente distintos y no es raro que a una vegetariana se le antoje de repente pollo a la parrilla o costillas, por ejemplo.
Sin embargo, el inexplicable antojo de alimentos diferentes también provoca carencias de algunos nutrientes, sobre todo hierro y vitamina D. Los pepinillos agrios, según los científicos, pueden estar relacionados con la carencia de sodio, cuya necesidad puede incluso duplicarse en el embarazo. El volumen de sangre aumenta, al igual que el volumen de líquido amniótico, por lo que el bebé en crecimiento necesita el apoyo de una mayor ingesta de diversas vitaminas y minerales. Para mantener niveles saludables de líquido amniótico, el cuerpo necesita electrolitos, que se obtienen precisamente de la sal. Y sal = pepinillos agrios.
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La psicología también influye
Seguro que alguna vez te han dicho que a las embarazadas les encantan los pepinillos agrios. De repente, estás embarazada y quieres saber si realmente es así, así que, por curiosidad, abres un bote y te pones a picar. Los factores psicológicos desempeñan un papel muy importante en este caso, porque el deseo de pepinillos parece estar grabado en el subconsciente. Al fin y al cabo, las embarazadas de todo el mundo tienen antojo de pepinillos, y tú no serás una excepción, ¿verdad?
Los pepinos agrios también aparecen en películas protagonizadas por mujeres embarazadas, así que la sociedad también nos los está regalando. El embarazo también da a las embarazadas una especie de permiso socialmente aceptado para comer lo que les apetezca y probar combinaciones que de otro modo no se les habrían ocurrido. Se puede culpar a las hormonas, pero también a la psicología.
No sólo son pepinillos
Los pepinillos no son lo único que les apetece a las embarazadas. Sin embargo, es cierto que lo que más les apetece son los alimentos salados y ácidos y las comidas ricas en grasas. Los antojos durante el embarazo pueden ser muy específicos y sorprender a la propia futura mamá. ¿Has estado comiendo sano y de repente tienes antojo de donuts espolvoreados con azúcar glas y chocolate caliente? No es nada raro, créenos.
También es bastante común querer comer lo mismo una y otra vez durante semanas o incluso meses seguidos, e incluso puede que se te antoje algo que tendrás que negarte a ti misma, como marisco o hectolitros de café solo bien cargado.
En raras ocasiones, incluso puedes experimentar antojos realmente extraños durante el embarazo que no tienen nada que ver con la comida. ¿Te apetece arcilla, hielo, talco para bebés o incluso detergente? Estos antojos pueden señalar la presencia del síndrome PICA, que puede indicar diversos problemas de salud, incluida la anemia. Por eso es importante que durante el embarazo acudas a una clínica para embarazadas y te hagan controles periódicos de la hemoglobina y las reservas de hierro.
Satisface tus deseos con sensatez
Satisfacer los antojos del embarazo no suele ser un problema siempre que el consumo de alimentos sea sensato. Es ciertamente preocupante que una mujer embarazada coma todo el tiempo comida basura, comida rápida, dulces, aperitivos salados y alimentos ricos en azúcares y grasas poco saludables. Durante el embarazo, a las mujeres les gusta inventar excusas sobre las hormonas y el hecho de que están creando una nueva vida, pero es importante recordar que al comer alimentos poco saludables, estás poniendo en riesgo la vida del bebé y tu propia salud.
Durante los nueve meses de embarazo, es aconsejable evitar los alimentos ultraprocesados, la comida rápida y los dulces. Añade a tu dieta frutas, verduras y alimentos naturalmente salados, como aceitunas, sardinas y verduras saladas en escabeche (sí, incluso pepinillos). Da preferencia a las comidas caseras o a las de restaurantes que utilicen ingredientes de calidad.
Esto no significa que debas evitar el chocolate, los helados, las hamburguesas y las patatas fritas. Sin embargo, estos alimentos no deben estar en el menú día tras día. Puede que satisfagan tus antojos, pero tu ingesta de sustancias importantes y necesarias para el correcto desarrollo de tu bebé será casi nula.