Periodo de vigilia: Cómo debe ser el ciclo de sueño de un bebé desde recién nacido hasta que empieza a andar

  Categorías: Bebés y niños pequeños,
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09. dic'24

Los niños duermen y luego están despiertos. Parece sencillo, pero calcular las ventanas de vigilia en distintos momentos de la vida de un niño puede ser un enigma para los padres. ¿Por qué son importantes las ventanas de vigilia en los niños y cómo calcularlas en función de la edad del niño? Descubre todo lo que necesitas saber sobre el sueño y la vigilia en nuestro blog.

Comprender las ventanas durante las que se despierta el bebé ayuda a crear un ciclo de sueño óptimo. ¿Qué son esas ventanas de vigilia del bebé? En pocas palabras, es el periodo de tiempo que transcurre entre los periodos de sueño de tu bebé, es decir, son los momentos en los que tu bebé está despierto. Las ventanas de vigilia reflejan la cantidad de tiempo que el cerebro de tu bebé puede estar activo. Una vez transcurrida esta ventana, el niño descansa, "almacena" en la memoria todo lo aprendido durante el tiempo de actividad y se relaja.

La ventana del despertar empieza cuando el niño se despierta, tanto después de una noche de sueño como de un sueño diurno, y termina cuando el niño vuelve a dormirse. El concepto de ventana de vigilia no es útil para todos los padres, pero para muchos de ellos, entender la ventana de vigilia es importante. Básicamente, garantiza que el niño no estará demasiado cansado y ayuda a determinar el horario de sueño óptimo.

Ventana de vigilancia horario

Fuente foto: Freepik

La importancia de las ventanas de vigilia y su impacto en el sueño de los niños

Es importante señalar desde el principio que el concepto de ventanas de vigilia no tiene una base científica. Es un concepto relativamente reciente que ha surgido en los debates sobre las horas de sueño y vigilia de los niños. Sin embargo, el concepto tiene dos funciones principales: puede ayudarte a comprender los momentos en los que tu hijo está felizmente despierto y listo para jugar, así como los momentos en los que necesita dormir. Al fin y al cabo, tanto la vigilia como el sueño son vitales para los bebés.

El sueño representa un estado de regeneración durante el cual el bebé se desarrolla, descansa e incluso se cura. La vigilia es lo contrario. Es un periodo en el que los bebés aprenden, se socializan, exploran el mundo, juegan y mucho más. Los niños (y también los adultos) deben aprovechar al máximo estos dos periodos. Sin embargo, a diferencia de los adultos, los niños necesitan dormir mucho más durante los primeros años de vida.

Para muchos padres, las ventanas de vigilia pueden ser una especie de herramienta que les permite determinar eficazmente cuándo debe dormir el niño y cuándo debe estar despierto. Al aprender la hora de acostarse, es importante fijarse en las señales que emiten los bebés y acostarlos en función de ellas. Estas señales también indican que la ventana de vigilia del bebé está llegando a su fin:

  • bostezos
  • rotarse los ojos
  • llanto
  • inquietud
  • apartarse de ti o de una actividad en la que ha estado totalmente absorto.

Sin embargo, los despertares no consisten solamente en esperar impacientemente a que los niños estén lo bastante cansados para acostarlos. También tienen por objeto mantener despiertos a los niños el tiempo suficiente teniendo en cuenta su edad. Así, los despertares permiten a los bebés permanecer despiertos el tiempo suficiente para que se produzca lo que se denomina "presión del sueño". Esta última se refiere al deseo natural del cuerpo de dormirse tras un periodo de vigilia.

La clave está en encontrar ese proverbial punto óptimo entre el momento en que el niño está bien despierto y el momento en que está inquieto y cansado. Esto significa que, entre una siesta y otra, los niños permanecen despiertos el tiempo suficiente para estar listos para volver a dormir, pero no demasiado cansados como para "dormirse de más" y llegar a un punto en el que les resulte imposible volver a conciliar el sueño.

Períodos de vigilia según la edad

Cada niño es único y tendrá un periodo de vigilia ligeramente diferente, que cambiará a medida que crezca. En las primeras semanas y meses tras el nacimiento, la ventana de vigilia natural es nocturna, ya que el sueño del bebé es intermitente. La duración de la ventana de vigilia tiende a alargarse con la edad, lo que significa que el bebé está más despierto durante el día. También se produce un descenso gradual del sueño diurno durante los cinco primeros años de vida.

En otras palabras, las ventanas de vigilia de los recién nacidos serán mucho más cortas que las de los niños pequeños. Así son las ventanas de vigilia según la edad del bebé:

  • 0-2 meses: 45-60 minutos
  • 3-4 meses: 75-90 minutos
  • 5-7 meses: 120-165 minutos
  • 7-10 meses: 2,5-3,5 horas
  • 10-12 meses: 3-4 horas
  • 12 meses: 3 - 6 horas.

Ventana de vigilia bebe

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Consejos para gestionar la ventana de vigilia

No podrás crear una ventana de vigilia al instante. Sin embargo, hay consejos de expertos que te ayudarán a crear una ventana de vigilia aprovechando al máximo el concepto.

Empezar con una ventana de sueño corta

Para evitar que tu hijo se canse demasiado, puede ser útil empezar con una ventana de sueño más corta e ir alargándola según sea necesario. Este método funciona especialmente bien con niños que no se relajan lo suficiente por sí solos como para dormirse sin dificultad o con niños que suelen resistirse al sueño.

Es aconsejable poner despertador. Si la ventana de vigilia del niño dura dos horas, programa una alerta en tu teléfono para dentro de una hora y 45 minutos y luego empieza a vigilarlo de cerca. Busca signos sutiles de cansancio que quizá no hayas notado antes, como que el niño se centre en sus manos o deje de mostrar interés por una actividad que esté realizando. Este es un buen momento para intentar dormir al bebé y poner fin a la ventana de vigilia.

No presiones

Recuerda que las ventanas de sueño son solo una especie de guía, no una orden. Aunque hayas determinado la ventana de sueño ideal de tu hijo, no siempre estará listo para la siesta a la hora que has calculado. Si la ventana de vigilia de tu pequeño es de dos horas y tardas una hora en conseguir que se duerma, no le presiones. Simplemente amplía la ventana de vigilia, que es el punto de partida.

Crea una rutina previa al sueño

Cuando la ventana de vigilia de tu bebé esté llegando a su fin, es una buena idea iniciar una rutina previa al sueño para ayudarle a relajarse y prepararse para dormir. Por ejemplo, puedes cambiar al bebé, cantarle canciones de cuna, encender luces tenues y, en general, mantener un ambiente tranquilo. Todas estas cosas favorecen un mejor ciclo del sueño y, al hacerlas, el bebé sabrá que se acerca la hora de acostarse.

Ten en cuenta que cada niño es diferente

Los signos de somnolencia -generalmente bostezos, frotarse los ojos o mirar hacia otro lado- son señales de que la ventana de vigilia de tu hijo está llegando a su fin. Sin embargo, no todos los bebés muestran estas señales, y algunos incluso muestran señales completamente distintas. El truco está en aprender a reconocer las señales de tu hijo.

Hay bebés que, en realidad, no muestran signos de somnolencia y, en cambio, están mucho más animados que en cualquier otra fase de vigilia. Cuando están cansados, están llenos de energía, lo que puede hacer que conciliar el sueño sea mucho más difícil. Es aconsejable acostar a estos niños antes de que estén preparados para dormir. De lo contrario, es posible que esperes demasiado y pierdas el momento ideal para acostarlos, con lo que el bebé no se dormirá.

Adapta las ventanas de vigilia a la edad del niño

Recuerda que las ventanas de sueño de tu bebé cambian a medida que crece, y lo mismo ocurre con las ventanas de vigilia. Estos cambios se producen con bastante frecuencia durante el primer año de vida, ya que los bebés pasan de dormir unas cuatro siestas al principio, a unas dos siestas a los 6 meses y a una siesta a los 12 meses. ¿Cómo sabrás cuándo ha llegado el momento de ajustar las horas de vigilia y el horario de sueño de tu bebé? Si tu bebé tarda más en dormirse del todo, probablemente ha llegado el momento de ampliar la ventana de vigilia.

¿Cuál es la conclusión? Las ventanas de vigilia son una herramienta muy útil para que los padres aprendan a conocer mejor los horarios de sueño y vigilia de sus hijos. Gracias a ellas, no acostarás a tus hijos a cualquier hora del día. Al adoptar este concepto, los niños desarrollarán una rutina diaria que tú podrás utilizar para crear tu propio horario.