A tu hijo le espera una revisión preventiva en la consulta del médico o una extracción de sangre debido a una inflamación persistente o a una alergia. Existen muchas razones para acudir al ambulatorio y la mayoría de los niños no tendrán problemas en presencia de uno de sus padres. A algunos, sin embargo, les dan palpitaciones ante la mera mención de un médico, les sube la tensión arterial y también aparecen problemas respiratorios. ¿Qué hay detrás de todo esto?
El síndrome de la bata blanca no es una ficción, sino un fenómeno bastante común del que no se habla mucho. Lo sufren sobre todo los niños, que experimentan ansiedad y síntomas asociados antes y durante la visita al médico. La denominación del síndrome hace referencia a la vestimenta típica de los médicos, es decir, las batas médicas blancas. Los niños asocian inmediatamente el pensar o verlas con sensación de incomodidad y posible dolor, por ejemplo, durante las vacunaciones o las extracciones de sangre.
Este fenómeno se pasa por alto, y los síntomas típicos del síndrome de la bata blanca tienden a ser confundidos por padres y médicos con otros diagnósticos que nunca llegan a confirmarse del todo. ¿Qué causa el síndrome de la bata blanca, cómo se manifiesta y cómo podemos ayudar a los niños a superar su fobia a ir al médico?
Hipertensión, palpitaciones y ansiedad
Son síntomas típicos que experimentan los niños cuando se les menciona una visita al médico. Los niños que padecen el síndrome de la bata blanca se sienten nerviosos y asustados en presencia de médicos y personal sanitario, lo que provoca un aumento de la tensión arterial, taquicardia y ansiedad. La visión de un entorno médico, incluida la sala de espera de un médico o incluso una farmacia, puede poner ansioso a un niño, incluso cuando no espera que le examinen. Estos son los signos típicos que hay que observar en un niño antes y durante una visita al médico:
- aumento de la tensión arterial o de la frecuencia cardíaca durante el examen
- sudores
- escalofríos
- náuseas y dolor abdominal inexplicable
- enrojecimiento facial
- intranquilidad e inquietud asociada
- silencio inusual en un niño hablador
- aferramiento a los padres
- negativa a cooperar con el médico
- expresión verbal de miedo o nerviosismo
- llanto u otras expresiones de angustia al interactuar con el personal médico.
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Peligros ocultos
Los síntomas que acompañan al síndrome de la bata blanca tienden a desaparecer poco después de salir de la consulta del médico, por lo que este diagnóstico suele ser inocuo. Sin embargo, puede convertirse en una auténtica fobia que afectará significativamente a la vida del niño hasta bien entrada la edad adulta y puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares que ya pondrán en peligro su vida.
La ansiedad no tratada por ir al médico puede desencadenar connotaciones negativas del entorno médico en los niños y, a medida que crecen, incluso las citas rutinarias con el médico se volverán desalentadoras para el niño. La consecuencia puede ser evitar los médicos incluso en caso de complicaciones graves de salud. Los niños pueden desarrollar inconscientemente conductas de evitación en las que intentarán activamente hacer todo lo posible para rehuir ir al médico. Eludir las revisiones periódicas puede retrasar una patología, que puede solucionarse fácilmente con un diagnóstico precoz.
El diagnóstico del síndrome de bata la blanca no es doloroso y todo lo que se requiere es una medición periódica de la tensión arterial. Ésta será naturalmente más alta en la consulta del médico, pero mostrará valores saludables cuando se mida en casa. Los médicos suelen utilizar un aparato especial, un holter, que consta de un manguito en el brazo y un pequeño dispositivo que los niños se sujetan al cinturón. Este dispositivo medirá la tensión arterial durante 24 horas en actividades normales. Cuando estas lecturas están dentro de los límites normales en el entorno doméstico, puede tratarse simplemente del síndrome de la bata blanca.
Ayuda a los niños a combatir el síndrome de bata la blanca
Dado que el síndrome de la bata blanca no pone en peligro la vida de los niños, los padres pueden pensar que no es necesario combatirlo. Al fin y al cabo, los síntomas sólo duran un rato durante la visita al médico, y el niño está completamente bien después de salir de la clínica. Pero lo cierto es que un niño que padece este síndrome puede arrastrar estos sentimientos en el futuro.
Ayuda a los niños a librarse del síndrome de la bata blanca a una edad temprana. He aquí algunas soluciones eficaces que merece la pena probar:
- Crea un entorno tranquilizador: puedes aliviar la ansiedad del niño creando un entorno cómodo, algo que pueden cuidar especialmente los pediatras a la hora de amueblar la sala de espera y el ambulatorio para pacientes jóvenes. Un ambiente adecuado para los niños debe incluir decoraciones coloridas, juguetes y música relajante. Hoy en día, muchos médicos visten ropas coloridas para no parecer demasiado estériles y médicos. A los niños les ayudará llevar consigo su peluche favorito, en presencia del cual siempre se sienten tranquilos.
- No subestimes la elección del médico: elegir al médico adecuado suele ser la clave del éxito y ayuda a aliviar los síntomas del síndrome. Un médico agradable que explica todo a los niños, es sensible, divertido, empático y trata al paciente con amabilidad ayuda a generar confianza en los niños y reduce el miedo a ser examinado. Los pequeños se relajarán y cooperarán con un médico así incluso sin llorar.
- Prepara a los niños para lo que les espera: los niños se ponen nerviosos por naturaleza ante los entornos extraños, así que es buena idea prepararles para lo que ocurrirá en la consulta. Jugar a los médicos y leer libros infantiles sobre entornos médicos es un buen método. Los niños entenderán que no les espera nada malo en la consulta y que es una parte natural de la vida.
- Utiliza técnicas de distracción: por lo general, los padres intentan limitar el tiempo que sus hijos pasan frente a una pantalla, pero hay situaciones en las que estas distracciones son beneficiosas. Una visita al médico es claramente una de ellas, y por eso algunas consultas tienen un televisor con un canal ifantil. También puedes distraer a los niños con tu propio móvil o tableta, pero a menudo un libro infantil para leerles mientras esperan su cita también les ayudará.
- Mantén la calma: los niños adoptan pautas de comportamiento de sus padres, así que en primer lugar depende de ti mantener la calma. Si tú te muestras tranquilo y positivo, los niños también se serenarán y disminuirá su ansiedad. Elige palabras alentadoras, sé paciente y tranquiliza a los niños diciéndoles que es normal que se sientan un poco nerviosos. Elogia a los niños por su valentía y hazles saber que estarás con ellos en todo momento.
- Intenta programar las citas con el médico: los niños afrontan mejor las citas médicas por la mañana, cuando están descansados y alimentados. Un niño hambriento que además está cansado y agotado por el día se sentirá aún peor en una situación desconocida, lo que no ayudará a aliviar los síntomas del síndrome de la bata blanca.
Fuente:
- Mia Barnes. "White Coat Syndrome" and Children: Signs and Solutions. Online. In: Psychology Today. 2024. Disponible en: https://www.psychologytoday.com/intl/blog/brain-boost/202410/white-coat-syndrome-and-children-signs-and-solutions.
- White Coat Syndrome. Online. In: Cleveland Clinic. 2022. Disponible en: https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/23989-white-coat-syndrome.
- 24-Hour Ambulatory Blood Pressure Monitoring. Online. In: Cleveland Clinic. 2023. Disponible en: https://my.clevelandclinic.org/health/diagnostics/16330-24-hour-ambulatory-blood-pressure-monitoring.